A pesar de las posibilidades cinematográficas que ofrece la obra de ficción de Alejo Carpentier, solo El recurso del método, Concierto Barroco, El Siglo de las Luces y Derecho de asilo han logrado versiones para el cine, aunque diversos directores, de la altura de Tyrone Power, Carlos Diegues y Tomás Gutiérrez Alea, se han interesado a lo largo del tiempo en plasmar en el celuloide narraciones de este escritor, sin lograr materializar sus proyectos.

Por otra parte, en su camino intelectual Alejo Carpentier dedicó trabajos al séptimo arte, principalmente los que enviaba desde París a partir de 1928 para la revista Carteles, en que trataba sobre el cine que florecía en la Unión Soviética, el quehacer de Charles Chaplin o el cine de experimentación, entre otros temas cinematográficos de actualidad.

Ya radicado nuevamente en la mayor de Las Antillas, Carpentier se vincula a este arte al musicalizar documentales de la Cuba Sono Film, empresa fundada en la isla, en 1938 mientras sus artículos acerca del cine continuaron apareciendo en publicaciones periódicas, destacándose entre ellas, El Nacional, de Caracas, con su columna Letra y Solfa, ciudad en que residió desde 1945 hasta 1959.

Corresponde asimismo a la pantalla grande el mérito que se recuerden las excepcionales dotes de conversador y el peculiar sentido del humor de Alejo Carpentier por los cuatro documentales que el director Héctor Veítia realizara de las colosales conferencias que el narrador cubano ofreciera en 1973 sobre la ciudad de La Habana, la música popular en Cuba, el surrealismo y el desarrollo de su propia novelística, sólidas disquisiciones en que mezcló armónicamente lo testimonial con su particular caudal intelectual.