Carpentier no había alcanzado la mayoría de edad cuando se inició en el periodismo. Por eso, algunos de sus primeros trabajos aparecen bajo la firma de Lina Valmont, su madre. Fue, ante todo, una manera de ganarse la vida. Muy pronto, tuvo que hacerse cargo de modestas publicaciones, donde le tocaba hacerlo todo. Conoció desde dentro todos lo secretos de la redacción y la tipografía. Fascinado por este universo, las revistas y los libros fueron para él obra de la escritura y prodigiosa fabricación de un objeto con todos sus componentes de diseño.

Desde entonces, nunca abandonó una práctica que establece estrechos vasos comunicantes con su narrativa y con su pensamiento musicológico. Parte de su quehacer periodístico ha sido antologado en libros. Así sucede con sus colaboraciones para Social y Carteles, enviadas desde París en los años treinta del pasado siglo. También se han publicado en series temáticas tituladas Letra y Solfa, los artículos de su columna homónima en El Nacional de Caracas durante su permanencia en Venezuela. Otros trabajos de la época se incluyen en el tomo conocido como Visión de América. España bajo las bombas recoge sus reportajes de la guerra civil española. Crónicas del regreso corresponde a sus años cubanos durante la segunda guerra mundial. En este caso, las estampas de temas diversos expresan una perspectiva de la isla redescubierta a través de lo insólito latente en el acontecer cotidiano.

Sin embargo, una buena parte de la obra periodística de Carpentier permanece sumergida en los fondos de hemerotecas cubanas, latinoamericanas y europeas. La Fundación Alejo Carpentier se propone darlas a conocer en la medida en que se produzca su paulatino rescate.

El valor intrínseco del periodismo de Carpentier se revela en un lenguaje comunicativo, en su apreciación crítica de la vanguardia del siglo XX y sus contextos y en el testimonio palpitante de una época de singular importancia en lo artístico y en lo histórico.

La labor periodística de Carpentier ofrece, además, posibilidades aún insuficientemente exploradas por los estudiosos del autor de Los pasos perdidos. Sus reseñas críticas sobre música dialogan con y actualizan su obra musicológica expresada en ensayos de mayor extensión y en su precursor libro La música en Cuba. Difunde sus ideas acerca de las artes visuales, el teatro y el cine. Constituye materia prima para la elaboración de sus novelas y, sobre todo, como lo ha señalado en reciente investigación sobre la poética de Carpentier la Doctora Inmaculada López-Calahorro, revelan la intertextualidad implícita en el conjunto de la obra del escritor.