El pasado primero de mayo falleció el investigador, ensayista y coreógrafo cubano Ramiro Guerra, destacada figura de la historia cultural de la nación cubana. Ramiro Guerra, considerado el iniciador de la danza contemporánea cubana, fundó el Conjunto Nacional de Danza Moderna y el Conjunto Folklórico Nacional, así como publicó varios textos y libros sobre el arte danzario en Cuba, valioso material para investigadores e interesados en el tema.
Ramiro Guerra llevó a escena por primera vez a principio de los años sesenta del pasado siglo los ballets La rebambaramba (1926) y El milagro de Anaquillé (1927), con libreto de Alejo Carpentier y música de Amadeo Roldán. El autor de El siglo de las luces valoró el papel esencial que desempeñó Guerra en la materialización de esas puestas escenográficas: “Hace aún dos años, no hubiera podido Ramiro Guerra, coreógrafo extraordinario, recurrir a obreros, estibadores, artesanos humildes, dotados de alguna vocación coreográfica, para formar una compañía donde el danzarín de academia, la bailarina conocedora de las disciplinas clásicas, se codearan en escena, con gente del pueblo, conservadora de las más altas y antiguas tradiciones coreográficas cubanas. Hoy, por suerte, se alienta en Cuba una distinta conciencia de lo nacional. Y puede un Ramiro Guerra darnos la medida de su talento, constituyendo el más viviente y activo conjunto de ballet que hayamos visto en mucho tiempo, y puede estrenarse una obra como Anaquillé que, pese al tiempo transcurrido desde su concepción hasta su salida a la luz de un escenario, conserva una sorprendente actualidad…” (“Anaquillé: una gran obra que esperó 33 años en Cuba”, julio 1960, México en la Cultura, México DF, 1960).
Sumándonos al homenaje que vive la isla por la sensible pérdida del maestro, en próximas entregas publicaremos un artículo de Ramiro Guerra acerca de esos ballets de Alejo Carpentier.
